
¿Quién no soñó con despertarse un día con el pelo luciendo cual cascada de seda, hermoso, brillante… y en vez de eso te despertaste luciendo como Chewbaca luego de haber metido los dedos en el enchufe?
Bueno vale aclarar que ninguna peluca resiste la humedad y que por más de que vacíes literalmente todos los chino market de tu barrio eso no va a cambiar. Para colmo el día que querés lucir divina amanece con lluvia y con una humedad del 87% (es pura estadística, igual que cuando se larga un chaparrón justo cuando acabás de lavar el tutú). Claro que obviamente la solución sería ir a la peluquería pero como todavía no me casé con Donald Trump, esos lujos los dejo cuando tengo algún evento importante (a saber, jamás) y por supuesto no me queda otra que recurrir a recursos cuasi medievales (léase BERRETA) para por lo menos lucir un peinado que no me exponga a la risa general. ¿Cómo joracas hacía Morticia Adams?
Entonces ¿Qué miércoles hago con esto?
• podés hacerte la famosa toca
• podés decir que sos muy fan de Motley Crue (vale nombrar otra banda Glam)
• Fingir que acabás de salir de un tremendo revolcón de almohada
• Decir: quería ver que se siente ser Jem (googleenlo)
Y si no, resignate y sali con ese look savage que está de moda, total está comprobado que cuando peor salís más levante tenés y tenés el plus de que la gente piense que tenés mucha personalidad y que no le tenés miedo a hacer el ridículo
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